Rey del Dolor

lunes, 6 de diciembre de 2010

Hijo de la oscuridad


El reloj marca medianoche,
La luna de nuevo me acompaña.
Una suave brisa a mi encuentro viene,
Aun en mí esas cadenas son pesadas.

Soy hijo de la oscuridad,
Yo no soy de fiar.
Aunque yo crea en mi dignidad,
Debo huir de cualquier ciudad.

Bajo las alcantarillas me oculto,
Caí en esta vida por mi orgullo.
Fue todo por un juego de seducción,
Fue todo por una antigua maldición.

Oigo el silbido del último tren,
Mi rastro tras la noche desvanece
Y con él toda mi exigua fe.
A la calle no puedo salir,
Ellos aun me pueden perseguir.

Escondo mi rostro por quien soy,
La luz del sol ya no podré percibir.
Nunca deseé ser lo que soy,
Nunca quise estar donde estoy.

De mí un monstruo creen,
Entre la penumbra no debo parar de correr.
Bajo tu sombra es donde voy,
Nunca más como tú seré.

Soy hijo de la oscuridad,
Mi piel aun más pálida es.
Huyo de una encoleriza sociedad,
En solitario mi camino emprenderé.

Muchas victimas tras de mí,
Su sangre es mi único rastro.
Cada noche soy aun más débil,
Latir no oirás más mi corazón.

Seducido por una mujer fui,
Nunca vi obra más hermosa.
Mi sangre fue su alimento,
Yo de la suya bebí
Para que la noche fuera mi esposa.
Caí a esta vida eterna,
Fue por amar al diablo,
Esa será mi larga condena.

Huyendo llevo muchos años,
En muchos lugares he habitado.
Nunca quise ser lo que soy,
Mi deseo es ver la luz de sol.

Soy hijo de la oscuridad,
No tendré jamás otra oportunidad.
Mi rostro es de un pecador,
De sangre manchadas tengo las manos.

No se oyen mis pasos,
Reflejada mi sombra no se puede ver.
Oculto bajo arcos de barro,
Busco una inocente víctima a la que morder.
Por mi rostro lágrimas por ella caen,
A ningún Dios por ella rezaré.

Aun oigo el pitido del último tren,
Yo debo viajar en él.
De esta ciudad me alejaré,
Aun con una cruz me persiguen.

Nunca quise ser como soy,
Desearía que todo fuera una mala pesadilla.
Aun no se donde voy,
Me pierdo entre una marga fragilidad
Soy hijo de la oscuridad.

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