Un pequeño zorro hecho a correr lleno de miedo al ver llegar aquellos hombres de negro con sus armas hambrientas de muerte. Estaba sólo y no sabía hacia donde huir, no sabía hacía donde correr al verse rodeado de aquellas sombras en busca de su sangre.
Era ya el final del día, un tímido sol se ponía a lo lejos de las montañas y el pequeño zorro aullaba a la luna pidiendo su perdón pero temiendo lo peor.
Lo persiguieron a través de las zarzas, lo siguieron a través de todos los campos. Podrían perseguirlo para siempre por aquellos caminos, solo se que el pequeño zorro nunca cedería ante ellos.
Todos en algún momento podriamos ser ese pequeño zorro que corre entre los bosques sin dirección alguna persegido por sus propias sombras.
Podría el pequeño zorro llegar al arroyo, podría perderse entre las nevadas montañas, pero tarde o temprano será ejecutado pero nunca él daría su corazón…nunca les dejaré coger mi corazón.
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