Ahora que estoy leyendo aburrido las peganitas del bote de champú, me vino a la cabeza un recuerdo que hace tiempo un buen amigo me dijo entre cerveza y cerveza que hay algunos pequeños detalles de la vida que nunca debemos olvidar.
No se si tendría sentido lo que me estaba diciendo, el alcohol a veces nos hace ver una realidad alternativa que nunca tiene que ver con la real. Perdiéndonos en cada rincón de nuestra existencia y hallándonos en un mundo surrealista y destinados a tener una fuerte resaca.
Tras dar un largo trago me dijo muy seriamente -"No podemos caer en la apatía de esperar, nunca es bueno esperar aquello que deseamos. Si lo esperamos tal vez nunca llegue, si sales en su busca seguro que lo encontrarás. No importa si lo que encuentras te hará feliz o te hará daño. Lo esencial es que se intento y así poder tener la conciencia limpia. Es mejor lamentarse por intentarlo que arrepentirse con el tiempo de perderlo"-.
Seguramente tenga razón, aunque a algunos piensan que una virtud del ser humano es la paciencia...-"Esos son unos cobardes"-. Sentencio, sonrío y se marcho al baño haciendo unas cuantas eses y evitando el choque con alguna columna.
-"¿Y los pequeños detalles?"-. Le grité a todo pulmón, por si no me oía.
-"¡En que todos somos unos cobardes de mierda!"-. Y desaparecío tras la puerta del baño.
Pueda que tenga algo de razón. -"¡CAMARERO!, otras dos birras".-
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