A veces, tras apaciguar mi sed con la cerveza, caigo en un estado donde soy incapaz de diferenciar lo que es real o ficción, el alcohol puede ser una de las principales causas. Pero miro a mi alrededor y me pregunto ¿Por qué mis emociones son las velas de un barco que navega sin rumbo por un océano furioso conmigo y mi fe sigue siendo el mástil que me mantiene en pie?
Tal vez sea todo un mal sueño o una triste pesadilla, y solo quiero actuar y poder jugar a ser lo que no soy y conquistar aquello que no debo.
Solo espero que mis palabras encuentren alguna vía para poder llegar a ser escritos en esos grandes libros de la historia de la humanidad que nunca nos contaron la verdad y nos hacen creer que todo va bien ocultando que hay un mal actor haciendo el papel de Dios.
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