Rey del Dolor

lunes, 21 de febrero de 2011

Las etapas de la borrachera...comun(segundo intento)


Tras el ínfimo e útil fracaso de hace unos días, donde la resaca nos duro casi hasta morir, ahora el equipo de "La historia no nos enseñará nada" vuelve al centro de nuestras operaciones, el bar de la esquina, a ver donde habíamos fallado.

El problema que todo el equipo sigue resacoso y con fuertes dolores de cabeza. Aun dando vueltas y vueltas a la cabeza, casi vomito, dimos con la solución.

El estudio debería tener un conejito de india para realizar el estudio. Se decidió que el becario, una vez readmitido por miedo a otra querella, fuera ese conejito de india, así que el resto del equipo bebería hasta caer en coma y el debería soportarnos y además de recoger las notas precisas para luego realizar el estudio sin su nombre escrito, lo justo.

Tras la votación, con solo un voto en contra, la del becario, se llevo a cabo el estudio sobre las distintas etapas de la borrachera. El resultado, tras litros de alcohol y alcohol y cacahuetes pasados, -"¡joder con el bar!, ya se podía estirar un poco el jodio tacaño"-, determino lo siguiente:

- Primera etapa: “A mí un par de birras no me afectan”.

Explicada anteriormente en la última entrega sobre la borrachera, con cierta claridad y menos incompetencia ya que esto se realizo con la totalidad del equipo borracho y la ineficacia del becario y con los putos cacahuetes caducados.

- Segunda etapa: “La amistad por encima de todo”.

En esta etapa, donde el sujeto en estudio o al aire libre, se vuelve algo cargante, de un cariñoso insoportable. Quiere, adora y dora a todo el mundo. Le da igual edad, sexo, género, material, edad o lo que sea. En está nueva situación hasta tu peor enemigo es tu mejor amigo. El sujeto da besos hasta las farolas, incluso llegando a aspectos de parentescos… -“…te quiero como un hermano pero no se quien coño eres…”, “…dame un besito…”, “…dame un abrazo, ¡hermano!...”- y similares frases que dejan al sujeto al borde de llevarse un buen sopapo con la mano abierta, no será la primera vez que provoque tales sentimientos, si es menester, se las llevará con mucho gusto.

En esta etapa el lenguaje idiomático que tiene desde el nacimiento la criatura, empieza a perder su claridad, aquí germina lo que el profesor de ingeniería idiomática simple Enron Lado denomino “¿Porque Espinete se pone pijama para dormir?”, teoría que enlaza con la emitida por el catedrático en lenguas de pescado John Fishgon “individ tilhøre pussa, bedre, ikke utgjøre bestemt artikkel entall hankjønn tilfelle”, lo que deja a las claras lo que realmente quería decir con estas breves y lúcidas palabras, en cristiano como deben ser las cosas, -"¡coño!. No hay que se coma los cacahuetes"-.

- Tercera etapa: “Cantos folclóricos e himnos variados”. También se la puede denominar “Insultos y demás desprecios a cualquier tipo de autoridad”.

El sujeto en esta etapa denomina entre sus cantos el himno de Asturias que todo el mundo conoce en sus primeras estrofas -“Asturias patria querida…” -,y ahí se acabo, el cerebro del sujeto no da para más. Lo siguiente será tararear toda canción conocida y sin conocer, incluso inventando letras de lo más pegadizas y coñazo, lo cual puede explicar las canciones del último disco de Alejandro Sanz y compañía…

El canto, si se le puede llamar así, es todos a lo unísono y con una precisión extraordinaria (de varios segundos de diferencia y entonaciones muy dispares). Cantan en el idioma que llevan arrastrando desde la etapa anterior, eso si, entre ellos el entendimiento es asombroso, casi mágico, aunque no se conozcan de nada y no se vuelvan a ver su vida…eso, si lo llegan a recordar, -"¡joder con los cacahuetes!"-

Sobre los insultos, la Guardia Civil suele ser la diana de todas las múltiples ofensas del sujeto y acompañantes, se han dado casos donde la iglesia o el cura del pueblo han tenido también su alegoría. -“Yo me cago en la Guardia Civil y su p… madre”, “Yo la iglesia me la paso por el forro de…”-. A esta fase de insultos el profesor de química laboral beduina Matías Enterrado Vivo lo llamo el teorema “si pongo la mano en el fuego, y sin ser un experto en dicho tema, se dorará con sal provocando un inmenso dolor de huevos"*.

*(Este dolor es posible que lo provoque la propia Guardia Civil si con ellos tienes el gusto de encontrarte)

- Cuarta etapa: “Eres irresistible”.

En esta etapa, el sujeto entra en su período de cortejo, intenta seducir con sus encantos, miradas, juego de lengua…no hay mayor declive. Da igual, ataca a todo lo que tenga tetas, él se siente atractivo, es un macho confiado y sin perjuicios. Es el momento álgido del sujeto, es su momento, ahora o nunca, le da igual, él es el Doctor Amor.

También es capaz de entregar un excesivo cariño aquellas amigas con las que uno sabe, si estuviera sereno, que no debe hacer nada. También se ha dado extraños casos de intentarlo con las novias de los amigos…ahora ex-amigos.

Incluso se ha dado casos también donde el sujeto ha sido capaz de hacer llamadas muy reveladoras a sus ex, dando unos resultados muy, pero que muy nefastos. Lo curioso que para esto tiene una facilidad de manejo con el móvil que es muy complicado de explicar.

Con todo esto, el sujeto de sexo opuesto que hay en el bar huye pavorida de su lado, entre otras cosas por el olor, el idioma…barreras que son infranqueables en tal relación.

Esta etapa se diferencia con la segunda por que el sujeto solo va hacía el sexo opuesto y también por el movimiento de sus manos cuando esta en el proceso del cortejo. A esta situación, el Doctor en robótica geológica Zenato Sonsal lo denomino con “no hay mujer fea sino copas de menos”. Este teorema que fue rebatido por su colega la Doctora Julia Margada con el teorema “al “mono” por mucho que lo intentemos, no se mejora ni vistiéndole de seda ni con desodorante ni con hostias”, también llamado “de donde no hay, además es imposible”.

Hay que decir que posiblemente la única relación intima que el sujeto tenga esa noche sea con el inodoro de cualquier bar, lo cual el catedrático en especies chinas y aristócratas Roca Mármol, hermano de Pablo, lo denomino “espejismo oral y oblicuo del síndrome de la porcelana blanca en todo su esplendor mediático”.

- Quinta etapa: “El invencible”.

En esta etapa de la borrachera, el sujeto se vuelve violento ante todo y contra nada, sobre todo tras fracasar, algo que se veía venir, en su fase del cortejo con las damiselas en la etapa anterior. Aquí el susodicho borracho, intentará pelear con todo aquello que le lleve la contraria o no le haga caso. El problema, además de tener una mayor facilidad de caerse ya que el equilibrio, como el idioma de nacimiento lo va perdiendo, es que le puede caer una serie hostias por todos los lados.

También se ha dado en estos casos delirios de persecución e incluso intentar destrozar el inmueble más cercano. Pero en estos casos y en la mayoría, el sujeto suele llevarse una buena colección de tortas de todos los colores habidos y por haber…que son dieciséis, y no más, que le pueden dejar la cara como un cromo de los pokemón. A este síndrome incongruente lo denomino el experto en materiales de albañilería Genaro Unaí Paliza como el teorema “¡cuuuuuuuuucha!, ¡tate kieto!, que te voy a dar una jarta de hostias”.

- Sexta etapa: “Como coño llegue yo a casa”.

En esta última etapa, el sujeto, ya sea casi inconsciente, sin un duro en el bolsillo, con un ojo amoratado…debe regresar al nido, al hogar.

Antes, durante y sobre todo en el autobús de vuelta, se ha dando casos donde el sujeto o parecido, ha mantenido conversaciones con seres que el resto de la humanidad no ve o no creen que exista, pero aun científicamente no se ha podido comprobar que tales seres existan de verdad o que sean otros especimenes como nuestro sujeto.

En esta etapa el sujeto, si aun le queda algún tipo de conciencia humana o alienígena, se da cuenta de que ha perdido, además de la poca dignidad que le queda, el móvil, las llaves…, pero aun a si, el sujeto es capaz de amanecer en su propia casa, misterio que aun también esta por resolver.

Han existido casos donde el sujeto ha aparecido en los lugares más insospechados o con seres, esta vez, desgraciadamente, si se puede demostrar de su existencia, de los más paradójicos junto a él, siendo o no de su mismo sexo, pero si es del mismo…cada uno a lo suyo, que uno ya es mayorcito.

De todas formas el sujeto, ya sea activo o pasivo, niega todo tipo de injurias a estas extrañas situaciones donde el mismo niega todo lo sucedido, -“…yo no hecho eso…”, “…yo no la bese... ¿A quien dices que bese?…”-. Lo malo que a veces puede haber pruebas que lo demuestren, como las fotografías que aparecen al día siguiente en el Facebook de los amigos del sujeto.

El resultado es la abnegación a la bebida para siempre, y la culpabilidad de los hechos a los cacahuetes pasados, que a saber de cuando eran. Pero el próximo fin de semana volverá a caer en la misma tentación. A esto se le llama el ciclo del pájaro relojero de barra o teorema “si tiro una piedra al agua esta se hundirá por que no sabe nadar”, también conocido mundialmente como “el proceso de cortejo del hombre urbanita de las insospechadas cuevas cavernícolas de la ciudad sin ley”.

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