Rey del Dolor

viernes, 5 de noviembre de 2010

Paranoia hinchable


Había voces dentro de mi cabeza, eran los ecos de todo lo que me dijiste al romper. Se repetían tantas veces que ya eran parte de mí, se repetían tanto que casi loco me volví.

Muchas noches fueron sin pegar ojo, solo me quedaba inconsciente por darle al gin tonic durante toda una noche para acallar esas voces que al salir el sol volvían a mi cabeza a recordarme como fue mi vida contigo.

Había algo mal en alguna parte, pero cada día sin ti parecía más gris y las semillas de la desesperación aun más crecían en mi mente que podría llevarme a una muerte segura por ingerir demasiado alcohol.

Necesitaba inspiración, algo nuevo en mi vida, algún afecto en algún lugar de este mundo que me hiciera olvidarme de ti. Y sin quererlo en el periódico del lunes vi un anuncio, raro y llamativo a su vez “Pruebe una experiencia diferente nuestros nuevos juguetes importados. Es nueva, amorosa, cálida, infalible y una verdadera garantía de la felicidad”

No perdí el tiempo y llame nada más acabar de leer el anuncio. En pocas semanas me la enviaron, ahora podría cambiar mi vida, era un soplo de aire nuevo que necesitaba para dejar de fruncir el ceño y acallar esas voces que estaban dentro de mi cabeza, los ecos de estar enamorado de ti.

Llego envuelta en una caja de cartón. La llevé a mi habitación y la dio algo de luz a esa oscuridad que había en mí. Desde entonces no me siento nada mal y cada vez me acuerdo menos de ti.

La llevo de paseo, la siento en las esquinas para acariciarla y abrazarla. Ella es adorable, ella es como una pelotita de goma que a veces la hago rebotar contra la pared de la cocina o del salón.

Ahora me despierto por la mañana con una sonrisa porque ella esta a mi lado. El anuncio no mentía, ella es todo lo que decían y esa sonrisa que tengo es permanente y solo debo preocuparme de que mi antigua chica lleve alfileres lleno de celos y acabe de nuevo con mi sueño.

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