Historias, poemas, música, opinión, crítica, polémica o cualquier cosa...nada que nos enseñe en realidad, pero con humor, o tal vez no siempre.
miércoles, 10 de noviembre de 2010
Mi viaje secreto II
Era medianoche cuando todo sucedió, el reloj del pueblo marcaba las doce en punto pero allí nadie se daba cuenta. Todo era un caos, todo eran gritos contra un hombre recién llegado a ese perdido pueblo que solo dijo a esa encendida multitud - ¿Os habéis preguntado alguna vez porque el mundo oculta su miedo bajo un edificio construido bajo la memoria de un hombre muerto? -. Todos le miraban incrédulos - Solo sois peones de una maquinaria donde una vez muertos nadie se acordara de vosotros -.
Todos querían decir y creer su verdad, todo lo que se escuchaba eran las mentiras que ellos mismos crearon.
Pero ese hombre recíen llegado, sin importarle la reacción del pueblo, siguió hablando - Vuestros gobernantes y La Iglesia llegaron afirmar que se habían equivocado en el pasado -. Nadie se sorprendió al oír esas palabras pero…el hombre no paro en su locución, -. Pero todos siguen cometiendo los mismos errores de entonces -.
A ese hombre le ataron a un árbol por decir esas palabras, tal vez borracho para olvidar su reciente pasado. El reloj del pueblo marcaba aun la medianoche mientras el hombre no callaba - Gritareis con vuestras almas deseando que cada lugar de este agónico mundo se parezca a si mismo pero cuando oigáis el sonido de los lejanos tambores, ese mundo que anheláis siempre buscará mirar hacía otro lado y obviar que algo malo se acerca y ni siquiera abrir los ojos seréis capaces -.
Ahora mi viaje secreto termina en este aflijido pueblo mientras espero ebrio mi agónica muerte atado a ese árbol junto a dos infelices ladrones mientras dos jóvenes sacerdotes con sotana me exorcizan mi apenada alma delante de un público debutante que lucha por un mísero céntimo y al final solo, y en el mejor de los casos, verán su propia sangre correr junto al árbol donde estoy atado.
Se que no voy a escapar y siento que no volveré a mi hogar. Debí hacer caso al viejo que llamaban "Hombre Santo" y volver tras mi millar de pasos que di para llegar a este lugar.
ahora atado a este árbol alzo desafiante la mirada a los enojados habitantes de este perdido pueblo. Querían escuchar la verdad, pero por ello solo veo esa ira en sus ojos que no hace mucho tiempo yo tenía.
Todo me lleva a pensar que durante mi secreto viaje camine con el infierno por debajo de mí, y el cielo por encima deseando que en el interior del pozo de mi memoria caiga una dulce lluvia de perdón por los actos que deje atrás.
Espero que esto que aquí cuento sea un capítulo más de mis fantasmas errantes dentro de un laberinto donde aun no consigo salir. Se que las páginas están enumeradas pero no puedo ver dónde me llevan aun sabiendo que el final es todo un misterio que nadie puede leer, es otro episodio del libro de mi vida.
Etiquetas:
el libro de mi vida,
Filósofia barata
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