Rey del Dolor

viernes, 29 de octubre de 2010

Mi viaje secreto


Hace un tiempo que hice un viaje secreto para encontrarme a mi mismo. En ese viaje conocí a lo que llaman un “hombre santo” donde su ceguera era su sabiduría. Sus palabras fueron duras pero sinceras.

– "Querido amigo, solo por lo que siento y veo en tu vulnerada alma, estás destinado a vagar por el resto de tu vida como un ermitaño. Encontrarás gente como tú, pero huirán de ti porque también son solitarios y creen más en el dolor que en el amor"-.

Todo esto me lo decía mientras compartíamos una botella de ron junto a una pequeña hoguera.

- "¿Y en que se está convirtiendo el mundo?, ¿Por que ese mundo está tan cegado?"-

Le pregunte y él con voz sería me contesto tras un buen trago a la botella

– "Aunque yo sea ciego, ellos incapaces son de ver la luz en la oscuridad, pero, recuerda querido amigo, tú tienes que seguir tus ideas y verás que cuando termines este viaje que llamas secreto encontrarás que el amor se olvida. Y no olvides nunca que podrás ver la alegría cuando comprendas la tristeza"-.

Yo escuchaba atentamente sus palabras, tal vez aun no las comprendiera pero me esforzaba en comprenderlas. Todos los pensamientos que me contó me persiguieron durante todo mi viaje secreto como las gaviotas a los barcos. Y lo último que me dijo se me quedo grabado en mi frágil alma

- "Cuando usted termine su viaje también será un “hombre santo”"-.

Se que no es verdad, aun tengo que pedir perdón por muchas cossas que deje atrás.

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